Por primera vez no voy a detenerme esos necesarios segundos en los cuales mido mis palabras, estructuro mi forma de pensar, y me preocupo por hablar o escribir decentemente, conciderando que mi redacción es complicada, mis ideas dispersas y mi imaginación demasiado grande... y resulte incluso que a veces pueda quedar hasta en blanco...

viernes, 23 de septiembre de 2011

Entrada XXIV: Ser o no ser...

A veces simplemente no sé que decir, y cuando no sabes que decir tienes algunas opciones, dependiendo de cada persona claro, en mi caso, creo que opto por simplemente no decir o decir demasiado, pero generalmente pasado un tiempo, que puede ser indescifrable siendo minutos, horas o días, termino retractándome de mi anterior opción. 

Los tiempos han pasado volando, y nunca me espere que este año haya ido corriendo como la ha ido haciendo, nada que decir o demasiado que decir, he ahí mi dilema. Los que me conocen ya sabrán, he dicho y no dicho, o quizás he dicho demasiado pero no necesariamente con palabras. A veces los gestos, actitudes, expresiones en general sirven bastante o te traicionan, nuevamente todo depende del punto de vista con el cual se quiera ver. 

Creo que hace un mes atrás no dije mucho, pero si exprese y actué demasiado, y claramente fue un error, pero un error no consensuado, porque no me di cuenta de mi error, y aún lo estoy asumiendo, cada día es un pensamiento divergente en torno a este. Los procesos de superación no son fáciles o sea, para el público del día a día puedo hacerles creer que sí, pero para mi propio ser, mi propio interior, se cuanto duran realmente, se cuanto demoro en volver a estar cuerda, o medianamente o al menos intentar estar clara conmigo misma.

No me gusta la situación, no me gustan las personas, ¡oh si!, el típico comentario cliché, derrotista, pesimista, y bla bla bla, pero a veces pienso que es más profundo de lo que lo quieren hacer parecer. Ya no se puede confiar en nadie, o al menos no se puede entregar la confianza en bandeja a cualquiera, hay que ser un poco más reservados, ariscos, toscos, serios,"densos", pesados, como quiera la cosa, pero ya no es necesario desvivirse por alguien, abrirle tu ser, entregarle tu confianza, compartir tu alegría, ya no es necesario, porque la gente ya no aprecia ese tipo de cosas, la gente se ha olvidado de los sentimientos, de los valores, de la calidez humana, incluso del "amor" o el "cariño", ya no tienen un mismo significado.

Ya no es fácil querer a alguien, porque si lo comienzas a querer...luego te clavan el puñal por la espalda...sí, así como un vil enfrentamiento medieval, en el que el cobarde aprovecha que te das la vuelta para matarte.
Y si no mueres, y si vives, si viven las dos partes, aunque le concedas el perdón, o simplemente la buena onda, esa persona igual va a ignorarte, va a sacarte de su vida, va a olvidarte, como si no hubieses sido nada.

Y así es, entre el ser o no ser, terminas "siendo nada" igual.

A veces no expreso con palabras, expreso con la mirada, o en este caso dibujando...