Ayer (viernes), mientras caminaba por la ciudad con mi amiga Nani, decidimos cambiar la ruta y seguir por el camino maritimo.
En el momento en que pasabamos por la playa, le pedi que nos sentáramos un rato (no porque ya estaba cansada...) para poder aprovechar que ahí llegaban mejor los rayos del sol y contemplar un rato el mar, el Océano Pacífico.
Fue en esos momentos que vinieron a mi los recuerdos de la hermosa playa de Almería, ese increible mar Mediterráneo y no pude evitar comparar ese panorama con el paisaje que ahora contemplaba. Reconozco que fue algo melancólico, porque en mi estancia en la tierra andaluza, me enamore profundamente del mar Mediterráneo, para mi era maravilloso ya sea en invierno o en verano y me pregunto ¿por qué?, ¿qué fue lo que me atrajo de él?...
La respuesta a mi interrogante, la descubrí de alguna manera hoy mientras conversaba por msn con mi amigo almeriense, al cual le contaba lo mismo, que a pesar de haber nacido y crecido junto al Pacifico que baña las costas viñamarinas, ayer luego de el reencuentro no podía evitar sentirme vacía, ese mar que contemplaba no me producia lo mismo que me produjo el Mediterráneo, y ¡ahí estaba la respuesta!, llegamos a la conclusión que un Océano produce una sensación distinta, un ambiente diferente, te da la sensación de inmensidad. En cambio un mar, es más acogedor, más cálido, te entrega tranquilidad y goce.
Y eso fue lo que me pasó, me sentí identificada con un mar y no con un oceano...me enamoré del Mar Mediterráneo.
Y como dice la canción de Maldita Nerea..."yo nado en mares pequeños, y que todo salga bien, que si son grandes me pierdo y luego nunca se volver..." (Cosas que siempre suenan a triste).
A continuación dejo algunas fotos de la Playa de Almería y el Paseo Marítimo que tomé en diferentes momentos. PS: la segunda y tercera foto son de Mojácar.
