Por primera vez no voy a detenerme esos necesarios segundos en los cuales mido mis palabras, estructuro mi forma de pensar, y me preocupo por hablar o escribir decentemente, conciderando que mi redacción es complicada, mis ideas dispersas y mi imaginación demasiado grande... y resulte incluso que a veces pueda quedar hasta en blanco...

viernes, 30 de julio de 2010

Entrada II: Luna triste


Es complicado comprender y realizar el proceso de asimilación cuando tienes que volver a la realidad, con esto me refiero, que luego de haber tenido la oportunidad de vivir fuera de mi entorno durante 5 meses, el reincorporarme a mi vida me resulta extraño, ajeno, inoportuno. Y se preguntaran ¿cómo es eso posible?, como no va a ser algo natural el volver al mundo en el cual siempre he vivido, en mi rutina diaria, que no es nada de emocionante pero que es lo tangible al fin y al cabo.

Me siento una intrusa en mi contexto, no logro encajar, llevando ya más de un mes de haber vuelto, no puedo evitar irme cada vez a los recuerdo de todo lo que viví meses atrás, como descubrí lo que era enfrentarse al mundo, conocer nuevas personas que tambíén serían amigos increibles, traspasar las fronteras de las relaciones personales, escuchar la mayor parte del día una diversidad de idiomas gratas al oido, aprender una que otro palabra, enamorarme de un continente, de un país, de una ciudad, de mis amigos, de alguien... ¿dónde quedó todo eso?...sencillo...en mi corazón y en los recuerdos de mi mente.

Días antes de volver, pensé que arreglaría este malestar llorando como desquiciada, lo hice, pero no sirvió de nada, solo que ya quedé sin lágrimas que derramar, pero el sentimiento sigue siendo el mismo, tristeza, añoranza, melancolía, un corazón roto...y no se que más.

Por las noches es lo peor, porque es cuando los recuerdos vienen con mayor intensidad, y me resulta increible que yo haya pasado por todo eso, que haya logrado vivir de verdad aunque haya sido por un corto periodo, fui libre y yo misma de verdad. Aunque actualmente... la luna no me acompañe en mi angustia...fue un gran momento que me gustaría volver a repetir de una manera más intensa.

Por último una hermosa obra de mi amada playa de Almería :)

Cuadro "La playa de Almería de noche" (1882), Darío de Regoyos y Valdés, impresionista

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